Los Cirujanos Plásticos tenemos la "suerte" de tratar con la parte más benévola del Cáncer de Mama, (o eso creía yo) que es aquella en la que la paciente debe recuperar la autoestima fustigada por tan cruel enfermedad una vez curada.
Sin embargo, y recurriendo a la frialdad de las estadísticas, hay que decir que solo el 30 % de las mujeres españolas acaban reconstruyéndose el pecho (????) lo cual contrasta con casi el doble de países como EEUU. ¿A qué se debe esto? Pues ahondando en las posibles respuestas, hay una cosa que a mi siempre me ha preocupado, y es que el resultado de la reconstrucción y el proceso hasta alcanzar el final del mismo, no son vistos con los mismos ojos de satisfacción por la paciente y el cirujano; me explico:
El proceso de reconstrucción, si se hace de forma inmediata, es decir a la vez que extirpamos el tumor, produce un índice de satisfacción global en la paciente inferior al 40 %, porque la afectada sale del quirófano con una mama que tiene cicatrices, y una forma que aunque se asemeja a la otra, no es igual, y esa visión hará que permanezca para siempre la sensación de haber tenido cáncer en lo más íntimo de su feminidad. Todo ello se contrapone a la valoración profesional del cirujano, que posiblemente estará satisfecho porque haya realizado una intervención de gran mérito quirúrgico y de gran valor estético. Esta dicotomía en la apreciación del resultado se demuestra en que la recuperación en éstos casos del aspecto psicológico- estético de éstas pacientes resulta harto difícil.
En las pacientes que han sufrido la mutilación de una "mastectomía radical" y se ven sin pecho durante casi dos años... han tenido mucho tiempo para llorar por su vida, la de los suyos y por su cuerpo, pero cuando se reconstruyen, en cierta medida recuperan algo de lo perdido por el camino, pero nunca es el 100%, porque las cicatrices son inevitables, y una, o dos o incluso tres intervenciones, necesarias para conseguir algo que se parezca bastante al lado sano.
Pero los Cirujanos, limitados por las leyes de la naturaleza y los avances científicos hasta la actualidad, sabemos de la dificultad de crear una mama "de la nada", y muchas veces damos por buenos resultados que presentamos orgullos en congresos de nuestra especialidad, sin tener en cuenta que las pacientes consideran esos resultados insuficientes. Es cierto que posiblemente no sepamos ser realistas a la hora de enfocar la reconstrucción de mama, y valoramos estéticamente igual la creación de una oreja o una nariz, que una mama, y es en función de esas expectativas que habían puesto en la reconstrucción las pacientes, las que acaban provocando la frustración, y muchas veces el traslado de esa tristeza a otras pacientes que desisten del empeño al ver decepcionadas a sus compañeras de fatigas....
¿Qué hacer entonces? ¿Es que la cirugía ha avanzado tan poco que no tenemos alternativas? No, no es exactamente así, pero existe un problema que no podemos resolver, que es el de las cicatrices. Donde hay un corte hay una cicatriz, ¡es la ley de la naturaleza! y aunque podemos mejorarlas, nunca desaparecerán completamente, por lo tanto, yo siempre propongo a la hora de la reconstrucción que se intente dejar el menor numero de cicatrices posibles. La cicatriz de mastectomía es la que no podemos evitar porque ya nos la ha dejado el cirujano al extirpar la mama, por tanto, intentaremos de inicio una reconstrucción con expansores más una prótesis anatómica de gel de silicona.
¿Y si la piel es insuficiente, de mala calidad por la radiación, o muy fina? Entonces aportaremos tejidos desde la periferia para mejorar éste defecto, bien con tejido desde la espalda, el glúteo, la cara interna de la pierna o bien desde el abdomen, ya sea con microcirugía o con pedículo muscular que le de vida al colgajo.
La realidad es que cualquiera de las técnicas funciona si la realiza un cirujano experimentado, y el problema suele ser que las listas de espera de la Seguridad Social son tan largas que se convierten en listas que "desesperan" y que la cirugía que hacemos de forma privada no se la puede permitir todo el mundo ya que supera los 12.000 € en total si hay que hacer dos tiempos quirúrgicos y colocar prótesis. De cualquier manera el reto de la Cirugía Plástica consiste en encontrar métodos con los que la reconstrucción se más efectiva, en menos actos quirúrgicos y con mayor satisfacción para las pacientes. En ese sentido, el equipo que dirijo está trabajando en una nueva técnica que nos permite hacer la reconstrucción en una sola intervención quirúrgica, sin tener que traer tejidos desde otra parte del cuerpo (ahorrando cicatrices y complicaciones). Es una técnica pionera en el mundo, que esperamos poder publicar y bridar a todos los cirujanos en cuanto tengamos una estadística suficiente que permita su publicación. Por el momento los resultados son muy satisfactorios y las pacientes muestran un grado de satisfacción cercano al 95%.
Si necesitas más información no dudes en contactar con nosotros a través del número de teléfono 956 85 26 25. Estaremos encantados de resolver todas tus dudas. Doctor de la Cruz, reconstrucción de mama en Jerez de la Frontera.
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