Morir, tenemos que morir todos, pero morir antes del tiempo medio de supervivencia que se nos presupone, no deja de ser mala suerte. Hace no muchos días recibí la noticia de que un buen amigo con el que comparto fecha de nacimiento, había sido diagnosticado de un tumor de difícil cura por haberse extendido por todo su organismo. Cuando esto ocurre de forma tan cercana a ti, te planteas muchas cosas sobre el sentido de la vida, y de como una mañana cualquiera, te levantas con una pequeña mancha en la piel que pone sello al finiquito de tus días. Y es que cuando te toca, te toca, y es absurdo rebelarse; Sin embargo, hay veces que la desidia, el miedo o la aprensión hacen que no evitemos la extensión de un tumor que cogido a tiempo es completamente inofensivo.
En lo que a los Cirujanos Plásticos nos compete, los tumores de la piel son especialmente sencillos de diagnosticar y prevenir, basta unas breves nociones para saber que debemos acudir a nuestro Cirujano para evitar males mayores. En honor a este amigo al que han puesto fecha de caducidad, voy a intentar explicar como detectar, prevenir y curar el cáncer de piel.
Básicamente podemos diferenciar entre tumores tipo Melanoma y tipo No Melanoma.Los melanomas son tumores muy agresivos, que tienden a crear metástasis muy pronto y que no necesitan un gran tamaño para ser mortales, es por ello que los Cirujanos y Dermatólogos, nos curamos muchas veces en salud ante cualquier mancha oscura de la piel que ha cambiado súbitamente de color haciéndose más oscura, que se rodea de un halo rojizo o inflamatorio, que sangra, pica o se eleva sobre la piel. En cualquiera de esos supuestos, hay que extirpar la lesión por pura precaución. La detección se hace especialmente difícil en personas con muchas pecas y manchas, que deben revisarse con cuidado por si alguna lesión sufrir alguna de las transformaciones mencionadas. Localizaciones especialmente sospechosas son los ojos, las palmas y plantas de los pies, la espalda y el cuero cabelludo. Una detección a tiempo de un melanoma te salvará la vida, y en el peor de los casos, es preferible una pequeña cicatriz de biopsia de una lesión que resulte benigna, que la posibilidad de que se nos pase un verdadero melanoma. El caso de los tumores tipo No melanoma, es distinto. Se denominan también epiteliomas porque proceden de la piel (epitelio), y se clasifican en Basocelulares o Espinocelulares, depende de la capa de la piel de la que proceden. Tienen en común que son de crecimiento
lento, y tardan mucho en lanzar metástasis al resto del organismo. La forma de diagnosticarlos es sencilla: aparece una pequeña mancha rojiza en la piel con una escama o costra que al rascar sangra y cuele a cubrirse con un costrita en pocos días. A veces tienen un borde sobrellevado con un pequeño cráter, muy característico de los tumores basocelulares. Si descubrimos una lesión que no cura espontáneamente en menos de 3 meses, posiblemente estemos ante una lesión maligna. El diagnóstico y el tratamiento es el mismo, la extirpación completa con un margen de varios milímetros alrededor que elimina y cura el tumor.
El problema es que las personas con tendencia a padecer tumores epiteliales suelen "repetir" en otras localizaciones. Las zonas más frecuentes son las expuestas al sol, especialmente la cara, las manos y el cuero cabelludo. Parece ser que hay una relación directa entre la cantidad de radiación solar acumulada en la piel durante la vida y una predisposición genética a padecer esta clase de tumores. Las personas pelirrojas y de piel clara (fototipos 1y2) tienen más tendencia a este padecimiento, y si bien no son agresivos, pueden llegar a serlos si dejamos que profundicen y se expandan llegando a los cartílagos o los huesos de la cara.
Existen otros tipos de tumores que afectan a la piel como los linfomas, histiocitomas, tumores glandulares, sarcomas etc. Que son menos frecuentes pero más agresivos. Estos generalmente aparecen como una tumoración rojiza o violácea que se eleva sobre la piel y tienen "mala pinta". Como decía, contra la muerte no hay remedio conocido, pero contra la enfermedad si, por eso es tan importante prevenir y curar. A partir de los 40 la posibilidad de "hacer aguas" por algún lado se incrementa exponencialmente y eso lo saben bien las compañías aseguradoras, por tanto colaboremos para que tengan beneficios a costa de nuestra salud de hierro. Procuremos cambiar nuestros hábitos solares protegiéndonos del sol en todo momento, y prestemos atención a nuestra piel para evitar males mayores.
P.D. Querido amigo G, espero que la vida te trate bien en lo que te queda hasta el final.
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